Un centenar de vecinas y vecinos de San Lázaro, Otero y el Campillín participaron este martes en una ocupación de La Malatería para denunciar los planes de derribo del edificio, de 1929.
Los vecinos y vecinas, organizados en una plataforma ciudadana, han recogido ya más de 3.000 firmas por la catalogación y conservación del edificio, para el que piden nuevos usos. La Consejería de Bienestar Social, titular del inmueble, quiere derribar el edificio para construir uno nuevo ligado a servicios sociales. Desde la plataforma se ha pedido una entrevista con la consejera, Melania Álvarez, que por el momento sigue sin recibir a los vecinos de la zona.

La movilización de este martes, la tercera, concluyó con la entrada de un centenar de vecinos en el interior del edificio, para denunciar su abandono y proceso de vandalización. El movimiento celebró allí una asamblea en la que decidió regresar la próxima semana para arreglar los jardines del histórico inmueble.