¿Un bloque de pisos sobre la histórica nave de la Popular Ovetense?

Criticas de vecinos, expertos y oposición al plan de arquitecto Patxi Mangado, que proyecta 158 viviendas en la Fábrica de Gas.

Recomendados

Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

“Es una pieza industrial rotunda”. Así se expresaba en mayo de este año el arquitecto Patxi Mangado sobre la nave de la Popular Ovetense. Desconocemos si su conversión se produjo camino de Damasco o del Paseo de la Castellana, sede de su cliente, pero seis meses después de aquellas esperanzadoras palabras, el arquitecto contratado por el fondo suizo Ginkgo ha pasado de defender la recuperación como equipamiento público de la histórica nave, de 1899, a proyectar viviendas sobre ella.

Las palabras se las lleva el viento, y el proyecto de Ginkgo para el conjunto industrial ovetense, hecho público este miércoles por el diario La Nueva España, revela una decidida apuesta del fondo de inversión por aprovechar para vivienda hasta el último metro cuadrado de la fábrica: de los 95 pisos del plan del arquitecto César Portela se salta a los 158 con Mangado. Un notable aumento que saldría de ampliar la parcela comprando el terreno adyacente, pero también de rellenar de pisos el gasómetro y de construir sobre la nave de la Popular Ovetense, conservando sólo su fachada, y añadiendo plantas de vivienda encima. El espacio público quedaría reducido a 400 metros cuadrados. El plan inicial eran 2.300 metros para equipamientos, recuerdan desde el PSOE ovetense.

Marquesina de la Fábrica de Gas. Foto: Pablo Lorenzana.

La marquesina de Sánchez del Río, catalogada, se derribaría según el Plan Mangado. El arquitecto alega que su estado de conservación es ruinoso. Dado que Mangado trabaja para Ginkgo, propietario de la fábrica tras comprarla a EDP, esa valoración debería ser contrastada por otros expertos sin conflicto de intereses. Ningún técnico independiente ha emitido por ahora un informe que de o quite la razón al navarro, Medalla de Oro de las Bellas Artes, Premio Nacional de Arquitectura y autor en Oviedo/Uviéu de la reforma del Museo de Bellas Artes.

El arquitecto Patxi Mangado.

“Es pura especulación” advierten los críticos

Criticas por parte del movimiento ciudadano, que habla de “tomadura de pelo”. Waldo Valbuena en nombre del movimiento Fábrica de Gas e Ideas, que agrupa a vecinos del Oviedo Antiguo y a expertos en patrimonio, critica “las alturas de edificación desmesuradas”, así como la reconversión del gasómetro en “una torre de pisos”: “parece que en Oviedo todo lo que se llame especular es válido”.

Waldo Valbuena de Fábrica de Gas e Ideas. Foto: Iván G. Fernández.

Toño Huerta, geógrafo, experto en patrimonio industrial, y nuevo director de la Fundación Juan Muñiz Zapico de CCOO, califica de “anacrónico” destruir “la única fábrica de gas que se conserva íntegramente en España” en un momento en el que la tendencia es a conservar y rehabilitar para nuevos usos.

En opinión de Huerta el único objetivo que persigue Ginkgo es “especular”, y por eso se planea derribar la marquesina de Sánchez del Río o “incrustar un edificio de viviendas en el gasómetro y otro en la nave de la Popular Ovetense”

Toño Huerta frente a la fábrica de Gas de Oviedo. Foto: Alisa Guerrero.

El concejal socialista Juan Álvarez también ha rechazado una propuesta que “duplica la edificabilidad residencial y solo beneficia a los intereses privados, pero en nada a la ciudad”. “Oviedo no tiene porqué aprobar la nueva propuesta del fondo de inversión Ginko para la Fábrica de Gas” ha señalado el edil, para el que el plan de Patxi Mangado “en lugar de avanzar en la idea del último informe de Patrimonio, que señalaba la conveniencia de aumentar el número de elementos protegidos, camina en la dirección contraria y pretende construir pisos en la nave de la Popular Ovetense y aún en el Gasómetro con  una torre de nueve plantas dentro”.

Juan Álvarez, edil del PSOE. Foto: Iván G. Fernández

Por último, también IU ha criticado el proyecto y lo ha calificado de “paso atrás”: “es un ejemplo más de proyecto destinado viviendas, garajes y una plaza abierta que es contradictorio con la reciente propuesta de renaturalización aprobada por el Ayuntamiento, y que deja en el camino una parte de sus vestigios industriales, poniendo en peligro nuestro patrimonio, así como aquellos espacios tan necesarios de creación cultural”. Para su portavoz, Gaspar Llamazares, la desaparición de la pasarela prevista entre la muralla y la Fábrica de Gas es “el símbolo cambiante de la falta de proyecto de ciudad, de la confusión y el embrollo”.

Gaspar Llamazares, portavoz de IU. Foto: Alisa Guerrero

El proyecto definitivo tendrá que presentarse ante el Ayuntamiento y el Principado para su aprobación. Sin embargo, una amenaza inminente pesa ya sobre la Fábrica de Gas, y preocupa a los colectivos que trabajan por su conservación: la autorización municipal a Ginkgo para iniciar derribos dentro del recinto.

Desde el fondo suizo han anunciado en prensa su voluntad de iniciar a mediados de noviembre las primeras demoliciones.

Actualidad