La Vetusta republicana

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

“Entre 1876 y 1877, la constrictora falta de libertades espoleó a un grupo de republicanos ovetenses para zanjar sus diferencias y mancomunar esfuerzos. Eso fue, en una palabra, la llamada «Unión Democrática», sintagma condicionado por una legalidad que proscribió lo «republicano», obligando a utilizar el eufemismo con el que las agrupaciones y los periódicos con ese matiz sobrevivieron hasta 1881 (…) la Unión Democrática resultó ventajosa para las elecciones de concejales. En Oviedo, sin ir más lejos, obtuvo en 1879 las catorce vacantes en juego, dándose la paradoja de que los ilegalizados republicanos tuvieron la mayoría en el Ayuntamiento; eso sí, llamándose «demócratas» y bajo la presidencia de un alcalde nombrado por real orden”.El historiador asturiano, profesor de la Universidad de Burgos, y especialista en republicanismo, Sergio Sánchez Collantes cuenta esta historia en el artículo “Una visión global sobre el republicanismo en Asturias durante el siglo XIX”. Collantes señala en este texto que la capital asturiana, denominada Vestusta en “La Regenta” (1885) sería en los años de la Restauración un importante bastión republicano en una Asturies donde el movimiento republicano tenía una presencia destacada. El propio Leopoldo Alas “Clarín” sería de hecho escogido en 1891 concejal republicano en el Ayuntamiento de su ciudad. Políticamente, el novelista y profesor de la Universidad de Oviedo/Uviéu se movería en la órbita del republicanismo moderado de su admirado Emilio Castelar.

El Oviedo/Uviéu de finales del siglo XIX era una localidad con una importante actividad minera e industrial

Tener la mayoría de los concejales del Ayuntamiento era en el corrupto y caciquil sistema de la Restauración no significaba mucho a efectos prácticos, dado que los alcaldes de las capitales de provincia no eran escogidos por sufragio directo, sino designados por el Rey. En todo caso la reiterada conformación de mayorías republicanas en el ayuntamiento carbayón era un termómetro del sentir político de la ciudad. Pese a la imagen burguesa y conservadora de Vetusta, recordemos que el Oviedo/Uviéu decimonónico y de principios de siglo era una localidad con una importante actividad fabril, en la que destacaban dos grandes factorías, la de armas de La Vega y la de Gas, que con sus naves, talleres y chimeneas daban a la ciudad una imagen mucho más proletaria e industrial de lo que solemos asociar a la ciudad de “La Regenta”. Asimismo, las localidades de Olloniego y Trubia, aumentaban el peso de mineros y trabajadores industriales en el concejo de Oviedo/Uvieu, en el que a finales del siglo XIX empezaban a surgir las primeras experiencias de asociacionismo obrero.

Pese rondar tan solo los 35.000 habitantes al término de la década de 1870, la Universidad proporcionaba a la ciudad un cierto foco cultural y de libre pensamiento superior a lo que cabría esperar para una pequeña capital de provincias. En torno a 1878 aparecería en la ciudad el llamado Grupo de Oviedo, formado por varios profesores de la Universidad y de la Escuela de Artes y Oficios, de tendencia progresista, reformista y regeneracionista. En él están Clarín, Adolfo Posada, Fermín Canella, Rafael Altamira y otros intelectuales carbayones. El grupo, que se mantendría con cambios hasta principios del siglo XX, sería promotor de la Extensión Universitaria, una experiencia pionera, tomada de Gran Bretaña y que pretendía acercar la cultura a las clases populares.

Oviedo/Uviéu, plaza fuerte del socialismo asturiano

Junto a este reformismo pequeñoburgués, que en ocasiones confluía con el republicanismo moderado y el movimiento obrero, destaca en 1892 la fundación de la Agrupación Socialista de Oviedo, estrechamente vinculada a la Federación Local de Sociedades Obreras, que ya el año anterior había celebrado por primera vez la fiesta del 1 de Mayo en la capital asturiana. La primera sede de los socialistas carbayones estaría en la Corrada del Obispo y en ella permanecerían hasta que el fracaso de la huelga de zapateros, que había consumido todos los fondos de la organización ovetense, les lleve a buscar otro alquiler más modesto.

En las elecciones del 12 de abril de 1931 la candidatura republicana ganaría de forma arrolladora

El PSOE se convertiría en el partido de los trabajadores organizados de la ciudad y del resto del concejo, pero también se irían uniendo a la Agrupación Socialista de Oviedo algunas personas procedentes de las clases medias o incluso de la pequeña burguesía local, descontentas con el anquilosamiento del republicanismo y atraídos por la promesa socialista de una nueva sociedad más justa y humana. En las elecciones municipales de 1901 el PSOE obtendría sus dos primeros concejales, que crecerían hasta 3 en los siguientes comicios locales. Serían junto los de las localidades mineras los primeros concejales socialistas de Asturias, consolidando a la capital como una de las plazas fuertes del socialismo regional, en un momento en el que Asturies, junto a Madrid y Bilbao eran la punta de lanza del PSOE en toda España.

Portada de El Carbayón del 15 de abril de 1931

La relación cada vez más fluida entre socialistas y republicanos desembocaría en la creación en 1910 en toda España de la Conjunción Republicana Socialista. En la capital asturiana los socialistas comenzarían a colaborar a principios del siglo XX con los profesores de la Extensión Universitaria. La unión de las dos grandes corrientes progresistas de la ciudad, republicanismo y socialismo, sería la fuerza vencedora en las elecciones de mayo en Oviedo/Uviéu. Los buenos resultados se repetirían en las generales de 1918.

El 14 de abril en la capital asturiana

Después vendría la dictadura de Primo de Rivera, y tras ella, un desorientado Alfonso XIII convocaria para el 12 de abril de 1931 unas elecciones municipales que esperaba ganar gracias a su control de la maquinaria caciquil a través de los gobernadores provinciales. Sin embargo, el resultado sería justo el contrario al esperado por el Rey. En todas las grandes ciudades del país y en la mayoría de las capitales de provincias se impondrían las candidaturas de republicanos y socialistas. En Oviedo/Uviéu de una forma abrumadora. Frente a los 5 concejales de las fuerzas monárquicas, los republicanos y socialistas carbayones, obtendrían coaligados 26 concejales.

La crónica de El Carbayón da cuenta de las manifestaciones de júbilo con las que la República sería recibida en la capital asturiana. Previamente a la proclamación de la República en Madrid, por la mañana, grupos de estudiantes se manifestarían con banderas republicanas por las calles del centro, llegando a desplegar una gran enseña tricolor en la Universidad. Posteriormente, a la tarde, una muchedumbre entusiasta de todas las edades recorrería las calles del centro de la ciudad con banderas republicanas, entonando el Himno de Riego y La Marselllesa, que por aquellos años también se había convertido en himno oficioso del republicanismo español. Una vez en la Plaza del Ayuntamiento, donde el nuevo alcalde republicano se dirigiría a los allí congregados, un grupo de manifestantes procederían a rebautizar esta como Plaza Fermín Galán, en honor al militar republicano fusilado por la Monarquía tras levantarse un año antes. El periódico subrayaría el carácter pacífico y festivo de las celebraciones en Oviedo/Uviéu, si bien señalaba que al caer la tarde algunos grupos aislados arremeterían contra las placas de las calles que hacían referencia al Rey o a personajes de la Monarquía y la Dictadura.

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