Un roble con un valor simbólico especial está empadronado desde este mediodía en la mayor arboleda urbana de Asturies, ubicada en el parque gijonés de Los Pericones. Medio centenar de personas respondieron a la convocatoria del Colectivo de Entidades Republicanas y Memorialistas de Asturies para conmemorar el noventa aniversario de la proclamación de la Segunda República con la planta de un carbayu ante la puerta número cinco del cementerio municipal de El Sucu, a poca distancia del paredón en el que tropas franquistas y hordas falangistas fusilaron a no menos de dos mil republicanas y republicanos después de la caída del Frente del Norte en el otoño de 1937.
Tras la planta del árbol, llevada a cabo por Nacho Morán, presidente de Asturias Socialista, y por Pedro Roldán, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa (con la ayuda de dos operarios del Servicio Municipal de Parques y Jardines), la vicepresidenta del Ateneo Obrero de Gijón, Emilia Vázquez, dirigió a las personas presentes unas palabras en las que recordó que el Árbol de Guernica o Gernikako Arbola, que sobrevivió al bombardeo de esa población vasca perpetrado por la aviación de la Alemania nazi en la primavera de 1937, es precisamente un roble, “y nada mejor ejemplifica el fascismo y el golpe de Estado de 1936 que lo que hicieron en Guernica. Querían aniquilar el régimen republicano, todos sus logros, todas sus ideas, todos sus valores, y a toda la gente que los sustentaba de forma activa o como simples ciudadanos”. La representante ateneísta señaló que “el roble es lo que mejor representa los valores que defendían los republicanos y que seguimos defendiendo y seguiremos defendiendo sus descendientes y adeptos. Esperemos que este árbol aguante cien o doscientos años y que sea capaz de ver nacer la Tercera República”.

Tras ella tomó la palabra Pedro Roldán, que agradeció la asistencia del público asistente a lo que anunció que va a ser “esta nueva tradición de plantar un árbol el 14 de abril”. Destacó de la República que “es una forma de Gobierno más democrática” y recordó que el régimen de la bandera tricolor proclamado en 1931 postulaba “una serie de valores ciudadanos, cívicos, que aquella Segunda República fue capaz de sembrar y plantar en la sociedad española”. Añadió el representante de la Cultural Gijonesa que “queremos reivindicar esos valores republicanos. Las ideas republicanas siguen presentes y se mantendrán fuertes en este país igual que este roble”.
Cerró el acto, al que también asistieron la concejala Salomé Díaz (PSOE) y los concejales Juan Chaves (Podemos Equo) y Aurelio Martín (IU), el crítico teatral y activista cultural Boni Ortiz, quien leyó el poema ¡Mio neñu, llevanta!, del poeta gijonés Matías Conde de la Viña (1896-1982), que murió en México, donde se exilió tras la guerra civil. Esta tarde, a las seis, el cementerio de Ciares será escenario de un nuevo acto conmemorativo con la ofrenda floral ante la fosa común que acoge los restos de las republicanas y republicanos gijoneses asesinados entre 1937 y 1951. Tras la ofrenda, promovida por el Ateneo Obrero y la Cultural Gijonesa, el abogado y miembro del movimiento memorialista asturiano Rafael Velasco dirigirá unas palabras a las personas allí congregadas.
El Colectivo de Entidades Republicanas y Memorialistas de Asturies está integrado por la Asociación Lázaro Cárdenas, la Asociación Republicana Cristino García, Asturias Laica, Asturias Socialista, el Ateneo Obrero de Gijón, el Ateneo Republicano de Asturias, FAMYR (Federación Asturiana Memoria y República), la Fundación Andreu Nin, Socialismo y República Asturies y la Sociedad Cultural Gijonesa.

A la misma hora en que se llevaba a cabo la planta del carbayu en Xixón, el cementerio de San Salvador, en Uviéu, era escenario de una ofrenda floral ante la fosa común en la que reposan los restos de más de un millar de personas defensoras de la República que fueron aniquiladas durante la represión que siguió a la ocupación de la ciudad por las tropas fascistas. Este acto, “en memoria de quienes dieron su vida por la democracia, la libertad y los derechos sociales”, lo organizaron el Partido Comunista de España, Izquierda Unida, Mocedá Comunista d’Asturies y la Fundación Isidoro Acevedo.

En Candás, el lugar escogido para el tributo de memoria en este 14 de abril fue el Prau Gervasia, donde se halla el monolito con una placa de 2002 que recuerda a “los hombres y mujeres que vivieron y murieron en defensa de la libertad, la justicia y la Segunda República Española”. Otra placa más reciente, de 2018, rinde homenaje allí mismo a Les Candases, las ocho mujeres republicanas asesinadas y arrojadas a la mar desde el Cabu Peñes en 1938: Áurea Artime, Balbina López, Daría González, María Fernández, Plácida López, Rosaura Muñiz, Rita Fernández y Secunda Rodríguez.