Amnistía Internacional tiene en marcha una nueva campaña –Un pinchazo justo: Acceso universal a las vacunas contra la COVID-19– en la que pide a las empresas farmacéuticas que compartan sus conocimientos y tecnología para elevar al máximo el número de dosis de vacunas disponibles en todo el planeta.
Asimismo, pide a los Estados que dejen de practicar el “nacionalismo de las vacunas” y trabajen conjuntamente para garantizar el acceso inmediato de las personas más expuestas a contagiarse de COVID-19 en todos los países a unas vacunas de las que puede depender su vida.
Para conseguir estos objetivos, la organización mantiene en su centro de activismo “on line” una ciberacción que lleva recogidas más de 20.000 firmas y ha organizado actos reivindicativos en toda España. En el caso de Oviedo, el acto tendrá lugar en la Plaza del Ayuntamiento, el sábado 15 de mayo desde las 12.00 h. hasta las 13.00 h.
Quién tiene acceso a la vacuna contra la COVID-19, cuándo y a qué precio son algunas de las cuestiones más importantes y controvertidas a las que se enfrentan hoy nuestras sociedades. Pero las respuestas vienen determinadas por los intereses de los Estados y empresas poderosas. Hasta ahora han generado una situación peligrosa en la que las desigualdades globales en el acceso a las vacunas se están intensificando sin control. Un reducido número de países ricos encabezan la carrera, mientras el resto del mundo se esfuerza por arrancar desde la línea de salida. Todas las personas merecen un pinchazo justo de esta vacuna: en lo que se refiere a nuestro derecho a la salud, no hay lugar para la discriminación.
Los países ricos han comprado la mayor parte del suministro de vacunas del mundo, aunque representan sólo el 16% de la población mundial. Una decena de países no han vacunado todavía a ni a una sola persona.