Caixabank, el banco resultado de la fusión de Caixa Catalunya y Bankia, la antigua Caja Madrid, quiere despedir a 7.791 trabajadores. Un ERE que se produce al mismo tiempo que la nueva entidad financiera ha anunciado 4.786 millones de beneficios. Trabajadores de ambas entidades se manifestaron contra los despidos frente a una céntrica oficina en la capital asturiana.






