Las utopías vitales y las estrategias digitales inauguran la Universidá Popular Asturiana

El debate abierto y la discusión son los objetivos marcados por la escuela de formación veraniega de Podemos Asturies

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Christian Ferreiro
Christian Ferreiro
Graduado en Filosofía por la Universidá d'Uviéu. Esperando ser docente de secundaria en un futuro no muy lejano.

La II Universidá Popular Asturiana de Podemos Asturies abrió sus puertas este sábado en Corvera, concretamente en el Teatru El Llar, y pudo seguirse tanto de manera presencial como por streaming.

La presentación corrió a cargo de integrantes de Podemos: Tania González, Suco y Rogelio Crespo, quienes coincidieron en la alegría que supone “acabar el verano con unas jornadas que son una fantasía, con tanta gente interesante”. Además, también aprovecharon para reivindicar la reciente remunicipalización de las piscinas de Corvera, tras una trama de corrupción por su privatización con el gobierno local del PSOE.

La primera charla, titulada ‘Estrategias para ganar un país y recuperar tiempo de vida’, contó con la presencia de César Rendueles, profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del Instituto Asturies 2030; Nuria Alabao, periodista, doctora en Antropología y miembro de la Fundación de los comunes; y Julia Cámara, historiadora, militante de Anticapitalistas y activista feminista, en la mesa titulada ‘Utopías vitales: trabajo y tiempo de vida’. Sara Combarros, psicóloga e integrante de AMA Asturies, se encargó de moderar este espacio, quien la dividió en dos bloques: ‘Trabajo y tiempo de vida’ y ‘Horizontes utópicos’, reflejando las crecientes preocupaciones sobre el problema del futuro, las utopías y los proyectos políticos colectivos.

Julia Cámara centró su discurso en la idea de “no abolir el trabajo, sino la manera que tenemos de relacionarnos con el trabajo”, exhortando al público a reflexionar sobre “hacia qué fin dedicamos el trabajo”, como la mejora de la vida, y “cómo repartimos el tiempo”, demanda histórica del movimiento obrero y que actualmente está muy mal repartido. Además, respecto del auge de la nostalgia, Julia Cámara cree necesario “delimitar utopías realizables, no un sueño del que te despiertes al día siguiente”. Para ello, “debemos entender el futuro como causa que nos lleve a actuar políticamente de un modo u otro”, frente a visiones ingenuas de la historia.

Foto: Tania González

Por otro lado, César Rendueles, consideró que “nos falta el lenguaje político para preguntarnos por las utopías vitales” y plantearnos “una vida digna, que merezca la pena ser vivida”. Rendueles dio tres posibles claves al respecto, basándose en el trabajo de Erik Olin Wright: “el equilibrio entre la vida y el trabajo”, con experiencias como el cooperativismo y los movimientos sociales; “el aumento del tiempo de trabajo no asalariado”, es decir, “la reducción del tiempo de trabajo”, impulsando debates en torno a la jornada laboral de 32 horas semanales; y “proporcionar los medios de subsistencia material” para acudir al mercado de trabajo con la seguridad de contar con el sustento mínimo, “como la renta básica universal, las mejoras en atención a la dependencia o las políticas de vivienda pública”. Además, quiso darle una vuelta de tuerca a la idea de utopía, como “un lugar de tensiones, de fracturas, que sea fructífero”, y llamó la atención sobre el reto histórico de las fuerzas anticapitalistas en cuanto a proporcionar una utopía vital centrándose en un modo de vida basado en un “hedonismo digno, pero materialmente austero”.

Nuria Alabao reflexionó sobre dos puntos clave: “desligar la protección social del trabajo: renta básica universal”, de manera que “la incondicionalidad ponga encima de la mesa los problemas de derechos de las personas migrantes”, siempre como “un punto de partida dentro de luchas sociales más amplias, como la lucha sindical”; y “la abolición de la familia”, analizándola críticamente como institución, sobre todo en un lugar como España, “donde las familias tienen cada vez más peso porque cada vez necesitamos más apoyo de redes familiares para tener condiciones dignas de vida”, lo cual refuerza “el papel restrictivo de la familia, que no es una institución neutra”.

Daniel V. Guisado y Fran Suárez. Foto: Tania González

La segunda mesa de la mañana la presentó Fran Suárez, portavoz de Podemos Asturies, y corrió a cargo del politólogo Daniel V. Guisado, quien impartió la charla ‘¿Puede ganar las elecciones una alternativa transformadora al bipartidismo?’. Daniel Guisado quiso advertir de “la complejización de los sistemas ideológicos en la izquierda, de lo cual se están aprovechando las derechas”. De entre las múltiples herramientas teóricas y prácticas que dio al público, constató el “declive lento pero continuado de los partidos socialdemócratas en toda Europa”, a pesar de que gobiernen en países como España o Portugal. Y advirtió también de sus principales competidores, que son cada vez más numerosos y más fuertes: la nueva izquierda, o los verdes, y el centro derecha liberal. Esto explica, en parte, “la tendencia conservadora de la socialdemocracia”.

Por otro lado, concretamente en España, sobre todo después de las elecciones en la Comunidad de Madrid, Guisado constató que “la izquierda está deprimida”, y está quedando en evidencia “el hundimiento de la fidelidad del votante de izquierda, junto con la mayor fidelidad del votante de derecha”. Sin embargo, “la novedad que introduce Yolanda Díaz ha recortado la diferencia entre PSOE y Unidas Podemos en cuanto a la preferencia de liderazgos, cambiando notablemente la tendencia”.

Ya por la tarde, tras la comida popular organizada por Podemos Asturies, la Universidá Popular continuó con la mesa ‘La Internacional Reaccionaria: cómo las extremas derechas se organizan digitalmente a nivel mundial’, moderada por Sonia Carbajal, consultora, formadora y experta en marketing digital, además de Secretaria de Comunicación de Podemos Asturies. En esta mesa, participaron Gema MJ, creadora de contenido y streamer, y Julián Macías, responsable de redes de Podemos y fundador del medio ‘Pandemia digital’. Gema centró su charla en la propia experiencia en el mundo de las redes sociales y de la creación de contenido, donde “el odio es utilizado sistemáticamente por la extrema derecha para eliminar al rival político”, en especial por parte de personas apoyadas por medios de comunicación, como Iker Jiménez. “La desinformación es un problema muy grave en redes sociales”, según Gema, “y ciertos medios de comunicación han funcionado de correas de transmisión de bulos y fake news, detrás de los cuales actúa la extrema derecha”.

Julián Macías, Sonia Carbajal y Gema MJ. Foto: Tania González

Julián Macías expuso un recorrido histórico de la evolución de las redes sociales, desde los principios de la etapa de 15M, primavera árabe, etc. “Las redes sociales son elementos geopolíticos de primer orden”, donde los algoritmos y el uso de datos es esencial. Siguiendo su proyecto de ‘Pandemia digital’, dio algunas herramientas y estrategias para combatir esta batalla digital. “Pero siempre hay que combatir las mentiras y los bulos con la verdad, militancia y fraternidad”.

La jornada del sábado concluyó con el taller ‘Sobrevivir a la tormenta: estrategias digitales y comunicación popular’, impartido por Iago Moreno, sociólogo e investigador de fenómenos digitales, y Antxón Arizaleta, politólogo y colaborador en La Trivial y El Observatorio. Ambos presentaron su charla como “la contracharla”: no “qué debemos hacer” ni ninguna solución mágica, pero sí “reflexiones extraídas de nuestras experiencias en el mundo de la comunicación”.

Iago Moreno y Antxón Arizaleta. Foto: Tania González

Iago Moreno expuso cómo, en los inicios de internet, la red se veía como “un ágora digital global, vierto, de debate, más allá de los medios tradicionales”, donde Ada Colau fue un claro ejemplo de “nueva política basadas en la red”. Sin embargo, hoy, la situación es radicalmente diferente: “no debemos ni exagerar ni tratar a las redes como una esfera aislada”, sino que “es una esfera más, y ha de ser tratad en su medida”, según Antxón Arizaleta. En este nuevo ciclo ya abierto, “debemos intervenir de otra manera, porque el mundo de las redes ya ha cambiado”. Algunas de las claves esgrimidas fueron las siguientes: “la apropiación de las redes como herramienta de una política para el cambio” y “las redes sociales como lugares de disputa”, ya que “las redes son Vietnam, y cada mañana huela a napalm”. En una llamada a la reflexión, entienden que “podemos intentar levantar andamios viejos caídos, o podemos también apoyar iniciativas de abajo hacia arriba, apoyándonos en las redes”. Pero advierten de “la trampa de la viralidad”: no por mayor difusión se obtiene el mayor éxito en una campaña. Las redes sociales, por tanto, “más que un fin en sí mismo, deben ser una herramienta”.

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