Este domingo 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, se celebrará en Las Escuelas de La Collá (Siero) una jornada de lucha y de reflexión entre distintas asociaciones vecinales asturianas afectadas por explotaciones mineras. El municipio que acoge el encuentro está en vilo ante el proyecto de ampliación de la mina de fluorita de Viesca, donde se están haciendo sondeos de cara a una hipotética expansión de la misma.
“Los vecinos están un poco hartos desde hace muchos años”, explica Beatriz González, de Ecoloxistes en Aición, “ya en los 60 hubo protestas contra la mina, y ahora de lo que se quejan sobre todo es de hundimientos en prados y fincas por las galerías subterráneas, los explosivos y el paso de vehículos pesados. Además del polvo, la suciedad y los residuos y vertidos contaminantes. Ya se han presentado alegaciones a los sondeos y el proyecto de ampliación todavía no se ha aprobado”.
Al encuentro, que arrancará a las 11:45 de la mañana, acudirán vecinos de Grao afectados por la cantera de Llera y los vecinos de Priorio y Las Caldas que luchan contra la instalación de una planta de asfalto en la actual cantera. También asociaciones vecinales y ecologistas que se oponen a los proyectos de cantera en San Tirso de Abres, Ribadedeva, Las Regueras y Barcia. Por último, estarán los vecinos afectados por las minas de oro previstas en Valdés y en Salave.

A las 13 horas se procederá a leer el manifiesto elaborado por los distintos colectivos, y a continuación cada uno de ellos intervendrá para exponer su problemática. A las 14:30 habrá una comida de confraternización y a las 16 horas se presentará el Observatorio Ibérico de la Minería, con un taller de mapeado de agresiones mineras impartido por Joám Evans Pim, director de la Fundación Montescola.
De la extracción al reciclaje
González piensa que, más que oponerse a problemas y proyectos concretos en zonas concretas, el movimiento ecologista debe “intentar ir un poco más allá y verlo desde un nivel global”. Y se explica:
“Debemos pensar en la incidencia de estos proyectos en el cambio climático. La minería y la industria relacionada son responsables de cerca del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si necesitamos reducir las emisiones con rapidez para evitar que se supere ese grado y medio de incremento en la temperatura, la minería debe ser uno de los sectores afectados”.
La minería, recuerda González, “significa siempre extracción de recursos no renovables, y por lo tanto no es sostenible”. Lo cual no significa “que neguemos la necesidad de que haya minas para extraer minerales que son necesarios para cubrir necesidades sociales”. Plantean, por ejemplo, “la necesidad de reducir el consumo, porque es imposible seguir esta senda de crecimiento. No podemos extraer materiales constantemente, por lo que no podemos estar cambiando de móvil, de ordenador o de coche cada poco tiempo”.
Una alternativa esperanzadora sería la minería urbana, un tema al que Ecologistas en Acción le dedicó un informe recientemente. La minería urbana, o reciclaje de metales, consiste en “extraer los metales que encontramos en los residuos de aparatos, baterías y vehículos. Hay cálculos que estiman que, extrayendo el cobre de estos residuos, podríamos más del 5000% de las necesidades de ese material”. En el caso del oro, asegura que ese porcentaje es del 130%, lo que haría innecesarios proyectos como el de la mina de oro en Salave.