“Nunca más se construirán aeropuertos sin aviones o estaciones sin usuarios y en medio de la nada”. Estas han sido las palabras de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana Raquel Sánchez para justificar la Ley de Movilidad Sostenible, una nueva normativa que pretende fomentar los desplazamientos a pie y en transporte público, así como la eficiencia del gasto en obras públicas.
La ley, que el Gobierno confía en enviar este mismo mes al Congreso, plantea nuevos requisitos, más estrictos, para garantizar que cuando se lleva a cabo una nueva infraestructura financiada por el Estado, es porque realmente resulta necesaria, y la demanda de movilidad que va a atender no puede resolverse de una forma más barata y con menor impacto ambiental.
La nueva filosofía de la Ley, que pretende reducir la desmesurada inversión en infraestructuras del país con más kilómetros del alta velocidad ferroviaria después de China, y el tercero con más autovías tras el gigante asiático y los EEUU, podría suponer el golpe de gracia al controvertido proyecto de la Ronda Norte de Oviedo/Uviéu, planteado por el mismo Ministerio que ahora pide autolimitar el gasto en comunicaciones.

Muy contestada por vecinos y ecologistas, la Ronda Norte es una autopista que atravesaría el monte Naranco, en teoría para resolver los problemas de tráfico de los barrios de la ladera de la montaña. Desde la plataforma vecinal Hay Alternativas, así como desde Podemos/Somos, IU, Foro y sectores del PSOE, entre ellos su candidato en Oviedo/Uviéu, Carlos Llaneza, se defiende buscar vías más baratas y con menor coste ecológico. Propuestas como la vía rápida de La Pixarra que han encontrado el rechazo frontal de Ayuntamiento y Principado, pero que ahora podrían obtener acomodo con la nueva Ley que prepara el Gobierno de España.