El secretario general de CCOO-Asturias, José Manuel Zapico, ha asegurado este jueves que cualquier inversión que se planifique para la industria electrointensiva, incluidas las previstas por ArcelorMittal cuando la UE autorice las ayudas públicas para su descarbonización, está “en tela de juicio” mientras no haya precios de la energía “estables, predecibles y competitivos”.
Zapico ha hecho estas afirmaciones junto a su homólogo de la Federación de Industria, Damián Manzano, durante la concentración convocada por CCOO ante la sede de la Delegación del Gobierno en Asturias, donde han entregado las firmas recogidas por el sindicato para exigir un Pacto de Estado por la Industria.
Tras recordar que la pandemia demostró que las economías que mejor resistieron sus efectos fueron aquellas sustentadas en la industria, el dirigente sindical ha reclamado del Gobierno los esfuerzos necesarios para que dicho sector represente el 20 por ciento del PIB como plantea la Unión Europea “y España está cada vez más lejos de ese objetivo”.
A su juicio, las medidas adoptadas en el momento de la crisis sanitarias fueron eficaces gracias “a la negociación continúa” de las iniciativas a poner en marcha entre Gobierno, patronal y sindicatos, una circunstancia que ha contrapuesto con la decisión del Ministerio de Industria de elaborar su anteproyecto de ley para el sector secundario sin el concurso de los agentes sociales.
Zapico ha incidido en que los sindicatos llevan tres décadas reclamando una ley de industria y ha considerado que su participación en la elaboración del texto permitiría combatir la anomalía que supone que un subsector como el energético “determine al conjunto del sector” y lo sitúe “al borde del colapso” por los elevados precios de la electricidad.
Así, ha emplazado al Gobierno autonómico a impulsar la tramitación en el Congreso de la iniciativa legislativa aprobada por la Junta General del Principado para declarar estratégica la industria electrointensiva lo que le permitiría competir “en igualdad de condiciones en el ámbito europeo” dado que, ha subrayado, un país que renuncia a su industria “renuncia a su soberanía”.
Por otra parte, el dirigente sindical ha considerado “imprescindible” el recientemente aprobado arancel ambiental de la UE para determinados productos industriales dado que “el CO2 no entiende de fronteras” y, por tanto, no se puede luchar globalmente contra el cambio climático sólo con el esfuerzo de unos pocos países.