Se acabaron las horas extraordinarias. Así de tajante se ha mostrado el presidente del comité de empresa de EMTUSA, Sergio Álvarez, junto al resto de delegados, en la rueda de prensa convocada a los medios de comunicación de este viernes en la Escuela de Comercio. Las razones son contundentes: un convenio bloqueado desde 2019, 50.000 horas extraordinarias sin pagar y una reforma integral del trazado de las líneas que se ha hecho sin contar con los conductores y supervisores de la empresa ni los movimientos sociales.
Puede decirse que la presentación de la nueva red de líneas presentada en el salón de actos del Ayuntamiento de Gijón el pasado día 19 ha colmado la paciencia del Comité de Empresa. Y los efectos no se han hecho esperar. La suspensión de las horas extraordinarias ha provocado que dos autobuses de la línea 12 y otro de la línea 8 no circularan a lo largo del día.
La situación de EMTUSA, a juicio de Sergio Álvarez es alarmante. La empresa cuenta con 83 autobuses, “un 25% menos que en el resto de ciudades de su mismo entorno o, incluso, menor que, cuentan, al menos, con una flota de 100 autobuses”. Lo mismo sucede con el número de trabajadores. La empresa municipal cuenta con 327 conductores y supervisores, la mayoría en tramos de edad que van de los 40 a los 60 años, explicó el presidente del Comité de Empresa.

La nueva red de líneas de EMTUSA fue presentada hace una semana en un PDF de 50 páginas por la empresa que, para el director de proyectos de la empresa MCRIT, Frederic Lloveras, junto al gerente de la empresa municipal, Juan José Piniella, y el presidente y concejal de Urbanismo, José Luis Fernández. En el proyecto se proponen siete Líneas horizontales, con dos ejes que conectan la zona Oeste con el hospital de Cabueñes y otras seis líneas verticales, rompiendo la preponderancia radian en la morfología de la red de EMTUSA.
Sin embargo, según Álvarez, el proyecto, pendiente de consulta con los movimientos vecinales, es un documento confuso que, en principio, prevé “un aumento de las frecuencias de los autobuses de 15 minutos en aquellos de mayor demanda, como mínimo”. En la actualidad, el tiempo de espera entre autobuses suele ser de 11 minutos. “Es una pena que no se haya contado con la experiencia de los conductores e inspectores” se lamentaba el presidente del Comité de Empresa. En estos momentos, los delegados no descartan otras acciones de presión para conseguir la regulación de su situación.