Decenas de trabajadores sanitarios se han manifestado este lunes frente al Centro Niemeyer de Avilés para reclamar mejoras en las condiciones laborales.
Coincidiendo con el acto de entrega de los Premios Nacionales de Innovación y Diseño por parte de los reyes en el equipamiento cultultural avilesino, los manifestantes, la mayoría mujeres, han portado una gran pancarta con el lema “Nuestros derechos no son privilegios. Sespa en lucha”.



La enfermera del Hospital de San Agustín de Avilés Cecilia Fernández ha afirmado que el personal está “cansado de las condiciones laborales” y reivindica “contratos dignos” que favorezcan las reducciones laborales y permitan “una conciliación buena” para un colectivo formado sobre todo por mujeres.

Fernández ha lamentado que desde el Gobierno se invite al personal de otras comunidades autónomas a venir a Asturias “cuando las condiciones son pésimas”.

Por su parte, la técnico de Enfermería Inmaculada Ruiz ha incidido en que el personal reivindica un “incremento salarial adecuado” y un aumento de personal que se adecue a “las necesidades reales”, frente a las promesas incumplidas de las autoridades sanitarias.



“No queremos premios, queremos derechos”; “Conciliación no es imposición”, y “señor Barbón, sanitarios maltratados, aquí hay un montón”, son algunas de las consignas pronunciadas por los manifestantes.
Respeto y dignidad para la Enfermería (enfermeras y TCAEs)
Las condiciones de trabajo de muchas enfermeras y TCAEs (técnicos de cuidados de enfermería) son sencillamente inhumanas e impropias de un estado de derecho. Esto en la sanidad pública, porque en los negocios sanitarios privados, se raya en la esclavitud. No obstante, no me parece oportuno, ni adecuado, el plantear una protesta ante los reyes, pues ellos son los menos culpables de esta situación.
Tal vez la manifestación debería formularse frente al colegio de enfermería, en el caso de las enfermeras, por consentir éste tales condiciones de trabajo para sus asociadas, impropias de la normativa laboral vigente. También frente a las organizaciones sindicales que consienten aumentar privilegios y salarios entre los diferentes profesionales sanitarios. Sirva de ejemplo el chantaje médico de estas últimas semanas que, en mi opinión, solo busca aumentar la desproporción salarial y bajar el rendimiento laboral ¡Que fácil les resulta a algunos crear listas de espera y demoras asistenciales! Y ello a pesar de que las plantillas de galenos en nuestro país están en consonancia con los países de nuestro entorno.
No ocurre igual con las enfermeras. La OCDE nos recuerda en su estadística sanitaria, cada año, que en España faltan unas 100.000 enfermeras para llegar a la media de los países de dicha organización. Muchas más, para alcanzar las cifras de los primeras naciones integrantes, como es el caso de los médicos.
La inspección de trabajo debería constituir un medio de denuncia y solución de sus problemas laborales para enfermeras y TCA(sobrecarga de trabajo, solape de jornada, respeto y dignidad…). “Pero… con la iglesia hemos topado”.