En respuesta al manifiesto publicado en NORTES, así como a los insultos y descalificaciones vertidas hacia mi persona a raíz de la entrevista que me hizo Pablo Batalla en este medio debo empezar lamentando el sentido y el uso que se ha dado a mis palabras. Llama poderosamente la atención que de una entrevista de tres horas, y una lectura de 40 minutos, se haya extraído y retorcido una sola frase, con intereses espurios, encendiendo una polémica tan innecesaria como maliciosa y que, en todo caso, provoca el efecto contrario al que afirman desear los defensores de la memoria de nuestra compañera Yolanda Huergo.
Para quienes no hayan leído la entrevista, reproduzco la frase de la discordia: “Hubo pucherazo. Vino gente de otros municipios que se empadronó en Gijón para votar a Yolanda Huergo”.
Como ya aclaré a personas muy cercanas a Yolanda en conversación telefónica, pregunta y respuesta deben situarse en el contexto de la situación que vive Podemos Asturies desde hace 14 meses, con ataques y descalificaciones continuas de Daniel Ripa, cuestionando resultados de los procesos democráticos, y sin reconocer a la actual dirección. Cierto es que la palabra “pucherazo” pudo no ser la mejor elección, pero si me vino a la boca fue porque es la más usada en Podemos desde que Daniel Ripa la utilizó públicamente en el contexto del lamentable espectáculo que todos los días utiliza en los medios, ya que las maniobras descritas, al igual que el ya famoso eslogan ripista “Inscríbete, vótanos y luego bórrate si quieres”, son lamentablemente legales y están recogidas en nuestros documentos, aunque no por ello dejen de ser éticamente reprobables.
Esas primarias de 2019 que confrontaron a Rosa Espiño y Yolanda Huergo, se resolvieron por una mínima diferencia de 30 votos y sin que nadie acudiese a la prensa a denunciar nada, a pesar de que la propia Espiño había sido atacada en los medios por su empadronamiento en Gijón, donde ya residía con anterioridad al proceso, e incluso amenazada con impugnación del resultado si salía vencedora.
En lo que a mí respecta, mantuve siempre un respeto absoluto hacia la persona de Yolanda, elogiando su figura y el compromiso social que portaba por bandera. Así lo plasmé en un artículo publicado en LA VOZ DE ASTURIAS el 6 de agosto de 2020. Y aún más por su lucha personal contra el enemigo invencible al que se enfrentó, algo que por desgracia viví en mi propia familia al mismo tiempo que ella lo hacía. Tengo la completa seguridad de que Yolanda Huergo no participó de los hechos mencionados, y puedo afirmarlo con rotundidad ya que lo hablé personalmente con ella en su debido momento.
La mejor forma de proteger la memoria de nuestra compañera es aparcando ya esta polémica gratuita y no respondiendo más, por muchos insultos y provocaciones que lleguen; sobre todo sabiendo de dónde vienen y que lo hacen con el único objetivo de atacar a Podemos Xixón, donde por cierto soy un simple militante de base y no un “destacado dirigente”, como se empeña en apuntar el señor Ripa en otro de sus desesperados intentos por destruir aquello que no puede gobernar.
Seguimos luchando, compañera.
“Carnero ye un militante de base e Ilesies solo tien un podcast”
Ye “militante de base” el que nun tien nengún cargu orgánicu nel partiu. Tal y pasa a Cándido. ¿Entendístilu?