“Los entrepreneurs y los brokers son prescindibles; los imprescindibles son los que curran con las manos”

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Bernardo Álvarez
Bernardo Álvarez
Graduado en psicología y ahora periodista entre Asturias y Madrid. Ha publicado artículos en ABC, Atlántica XXII, FronteraD y El Ciervo.

Antonio Maestre no intenta maquillar la realidad. Aunque la crisis sanitaria ya ha empezado a remitir, ahora toca afrontar un despegue económico que “va a crear una sensación de dolor e incertidumbre más duradera”. Para Maestre “hay que trabajar en una dirección en la que los servicios públicos tengan una mayor importancia”, protegiendo a la clase trabajadora y a los sectores más vulnerables. De eso dependerá amortiguar un ascenso de la extrema derecha, que irá “reelaborando su discurso” al calor de los acontecimientos. También tiene unas palabras para el gobierno: “Deberían ser conscientes de que a lo mejor las decisiones adecuadas son impopulares”.

Hace un par de semanas entrevisté a su colega y paisano Daniel Bernabé, y me dijo que nunca había visto tanta agresividad en las redes. ¿Cómo lo está viviendo usted?, ¿comparte la opinión de Bernabé?

Ya he vivido momentos similares, sobre todo en periodo preelectoral o después de las elecciones andaluzas, y tampoco puedo comparar si ha sido más o menos virulento. Pero al menos parecido sí que está siendo. En general, esto suele tener que ver con momentos en los que la gente de Vox identifica oportunidades. Y claro, a los que nuestro trabajo va dirigido a minimizar su importancia en la opinión pública nos consideran dianas, y lo sufrimos un poco. También, obviamente, influye el hecho de estar ahora todos confinados.

¿No le da la sensación de que esta crisis está haciendo emerger todas las desigualdades y carencias de la sociedad de una forma muy cruda?

Claro. Cuando puedes salir tienes momentos de esparcimiento, pero esta situación aumenta la brecha que existe en la sociedad. El estrés y la ansiedad se rebajan en una vivienda cómoda y saludable, bien equipada. También tener posibilidades de ocio, libros o plataformas digitales, y una buena relación personal y familiar hace que la situación sea menos tóxica; o no tener la incertidumbre de perder tu trabajo o poder trabajar desde casa. La calle iguala, y los que hemos vivido en barrios sabemos que la vida se hace fuera porque eso te libera de una vivienda que no tiene los estándares de comodidad.

¿Es de los que piensan que esta crisis va a suponer el final de algo-de la globalización, del neoliberalismo, de lo que sea-, como se dice tanto estos días, o todo seguirá más o menos igual?  

Hay que trabajar para que esto sea el final de algo. Si creemos que va a venir dado, que el fin del neoliberalismo va a ser un proceso natural nos equivocaremos. Si algo ha demostrado durante la historia el neoliberalismo es que es capaz de reformularse y reconstruirse de una manera todavía más tóxica para la clase trabajadora. En 2008 también se decía que se iba a reformular el capitalismo, pero todo aquello llevó a aumentar la desigualdad. Hay mimbres para trabajar en una dirección en la que los servicios públicos tengan una mayor importancia, pero eso hay que trabajarlo. Si no los que reniegan del Estado acabarán utilizándolo en beneficio propio. Hay mimbres para ir en una dirección o en la contraria. Si pensamos que viene dado habrá otra derrota, y la melancolía de la izquierda será ya insoportable.

Si algo ha demostrado el neoliberalismo es que es capaz de reconstruirse de una manera todavía más tóxica para la clase trabajadora

Estas semanas ha escrito mucho sobre política, pero también sobre la psicología colectiva de la pandemia ¿Qué poso están dejando estas semanas en cómo somos, cómo nos relacionamos con los demás, cómo resolvemos conflictos, cómo establecemos prioridades?

Hay dos elementos principales. Uno es la necesidad del colectivo como un elemento a proteger; y también la importancia de la familia, de los amigos y del entorno más cercano. Eso siempre lo hemos tenido muy presente, pero ahora que no puedes ver a quien amas acabas por sentir una necesidad mayor y comprendes esas prioridades. Creo que esta sensación es mayoritaria, y que hasta los que intentan aprovechar la pandemia para obtener un beneficio político la sienten. Yo soy bastante optimista. Aunque la extrema derecha está intentando crear una sensación de agravio que acabe con una salida del confinamiento, no creo que eso vaya a tener un poso importante. La mayoría de la gente quiere recuperar su vida, su familia, sus amigos, el ocio más mundano. Tiene ganas de que el miedo desaparezca y de poder llorar a sus seres queridos, y creo que la parte vengativa va a quedar diluida. La salida económica sí que va a crear una sensación de dolor e incertidumbre más duradera.

Habla mucho del carácter performativo de la palabra, que las palabras adelantan lo que están por venir y preparan el camino para acciones futuras, ¿hacia dónde va encaminada la propaganda y la intoxicación de estos días?

Es una evidencia que la palabra crea, es la fase previa de la conformación de la acción de alguien que te escucha. En España todavía no ha existido ningún individuo que lleve a cabo lo que propugnan algunos líderes, pero no tengo dudas de que lo habrá. Lo que no sé es en qué dirección, cuál será su fuerza y cómo se concretará: ¿será una hostia a un político o algo más grave? Cuando en la opinión pública existen situaciones tan tóxicas siempre hay alguien que hace caso. No sale gratis apuntar, señalar y crear un enemigo y deshumanizarlo. Si utilizas la muerte y corresponsabilizas a cierta gente de esa muerte acabas legitimando la venganza.

¿Cuáles han sido los errores más graves del gobierno?

Es una evidencia que si hubiese actuado antes, en la semana del 1 al 8 de marzo, todo hubiese ido mejor. Independientemente de eso, lo que veo es sobre todo una sensación de falta de planificación, más allá de la comunicación y de cómo transmiten ciertas medidas que luego corrigen. Creo que están muy presionados por la recuperación económica, y saben que la economía les puede hacer mucho más daño que la pandemia. Eso les lleva a tomar decisiones que no creo que estén plenamente convencidos de tomar, y acaban errando. Esa premura por dar buenas noticias les está llevando a tomar decisiones que a veces son erradas. Deberían ser conscientes de que a lo mejor las decisiones adecuadas son impopulares.

“Franquismo S.A” es el último libro de Antonio Maestre.

Usted mismo ha escrito que para salir de esta crisis la ciudadanía debe sentirse protegida y confiar en las instituciones, y no parece que eso que cuenta ayude a conseguirlo

Estaban hablando de salir siendo un Estado fuerte, pero para eso tiene que haber unas instituciones poderosas y que creen certidumbre, confianza. Si yo confío plenamente en quien está tomando las decisiones será más fácil construir un Estado fuerte. Si dices que no, no puedes cambiar luego a sí. Así creas en la ciudadanía la sensación de que no tienes claras las decisiones. Claro que se puede cambiar de opinión, pero no constantemente y en cuestión de horas.

¿Cuál cree que será la estrategia del gobierno y de la oposición a corto y medio plazo, ahora que empieza a relajarse el confinamiento?

Si en la peor situación de la historia de España desde el final de la dictadura han tenido esta actitud, obviamente cuando vaya relajándose en lo sanitario van a ampliar la agresividad. Ciudadanos ha mantenido una oposición mesurada, con unas críticas a veces acertadas y a veces no, pero no con histrionismo como Vox y el PP.

La pandemia va a crear una desigualdad mucho mayor, y ahí veremos cómo se reelaboran los discursos de la extrema derecha

¿Qué le parecen las medidas sociales y económicas del gobierno?  

Siempre se puede hacer más, y soy bastante crítico porque en una situación en la que la nacionalización de ciertos sectores o empresas estaba bien visto, no han sido capaces de hacerlo. Si no tomas esa decisión cuando una empresa se está lucrando de esta situación, es que nunca la vas a tomar. Pero a nivel general la actitud sí ha sido de intentar que la gente que peor lo pasa pueda sobrevivir a esta situación. No quiero pensar lo que hubiera pasado si esta situación se hubiese dado con un gobierno que no tenga esa sensibilidad social. Creo que el papel de Yolanda Díaz ha sido muy relevante. Quienes más van a sufrir van a ser los sectores sociales más vulnerables, y casi toda la ayuda tiene que ir dirigida a ellos.

No sé si alguna vez pensó que iba a vivir un Primero de Mayo en cuarentena [esta entrevista tuvo lugar el miércoles 29 de abril], ¿qué significado tiene para usted el 1 de Mayo este año?

Tiene mucha más importancia que otros años. Si algo ha quedado claro es que el trabajo esencial es el de la clase trabajadora. Los preceptos del marxismo han quedado completamente fundamentados: no existe capital sin mano de obra. La importancia de la clase trabajadora y la defensa de sus derechos es mucho más relevante en este tiempo en el que los denominados héroes han sido los trabajadores del sector sanitario, agrario, de supermercados, la gente que limpia…La gente que suele estar oculta en una sociedad que prima mucho más a aquellos que se enriquecen de manera rápida a costa del trabajo ajeno. Los entrepeneurs, los brokers han demostrado que son completamente prescindibles, y que los imprescindibles son los que curran con las manos.

¿Cree que esta situación, lo que ya hemos pasado y lo que está por venir ahora, beneficia o perjudica a la extrema derecha, y de qué depende que pase una cosa o la otra?

Las situaciones de este tipo favorecen a los que están en el gobierno y toman decisiones, porque la gente temerosa siempre tiende a refugiarse en el Estado y tiene más miedo a irse a estos partidos. Creo que los partidos que intenten sacar rédito electoral de una tragedia común van a resultar muy perjudicados. Esto va a beneficiar a quien sea capaz de dar buenas noticias, que es lo que les importa a los ciudadanos. Eso en lo que tiene que ver con la pandemia, pero veremos con la crisis económica. Eso puede distorsionarlo todo de nuevo, porque todos los planes del gobierno para ampliar derechos han quedado sepultados, y queda la supervivencia económica. Ya no es una situación de ampliar derechos o mejorar la vida de la gente, sino de intentar que no empeore. La pandemia va a crear una desigualdad mucho mayor, y en esa desigualdad veremos cómo se reelaboran los discursos de la extrema derecha.

¿Qué imagen le ha impresionado más estos días, de estas de decir “en mi vida pensé que vería algo así”?

Me ha llamado la atención algo que he visto hoy, una anécdota muy banal pero me ha afectado un poco. Estaba en una pescadería y ha entrado una madre con un niño pequeñito, de unos 4 años, que iba agarrado a su peluche muy fuerte. Llevaba mascarilla, se le veían solo los ojos y tenía mucho miedo, se notaba. Estaba temeroso y no quería acercarse a nada, agarraba el peluche como un asidero de protección. Me ha dado bastante desazón ver el miedo de ese niño, y eso es lo que más me preocupa. Me preocupa cómo puede afectar esto a los más vulnerables, y un niño es muy vulnerable, pero también otra gente que vive una situación de precariedad absoluta. Mucha gente puede quedar por el camino.

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