“Riesgo no es un grupo inversor, es una organización de delincuentes “

Damian Manzano, de CCOO, advierte que sin una política industrial definida los 'Next Generation' pueden repetir los errores de los Fondos Mineros.

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

Damián Manzano (Quirós, 1974) es trabajador en excedencia de la antigua Alcoa, mecánico de mantenimiento y desde hace ocho años el responsable de industria de CCOO de Asturies. El sindicato ha iniciado junto a UGT una campaña en defensa de la industria que logró el pasado sábado movilizar a más de 2.000 vehículos en una triple manifestación motorizada desde Avilés, Xixón, Siero y las cuencas que confluyó en la capital asturiana. Señala que los trabajadores de la industria asturiana están decepcionados con el Gobierno de España y del Principado. También critica a los diputados asturianos de PSOE y Podemos por “seguidismo partidista”, dejando a un segundo plano la defensa de los intereses de la comunidad. Manzano se muestra por el contrario confiado en la capacidad de respuesta de la sociedad asturiana para dar la batalla por solucionar un problema que “va pa llargu”, la “emergencia industrial” que en CCOO consideran vive la región, y la posibilidad de que Asturies se convierta en un “territorio perdedor” que siga exportando trabajadores fuera de sus fronteras.

¿Cómo valoras esta primera movilización por el futuro de la industria?

La valoración es positiva. Era un tipo de movilización bastante desconocida para nosotros, pero creo que se acertó con el formato y que tuvo mucha repercusión. Habrá más. Los problemas de la industria asturiana no se solucionan en un día. Vamos a un proceso de movilización sostenido en el tiempo. La industria significa mucho para Asturias y la sociedad asturiana sabe reaccionar cuando el tema es importante, como lo es ahora. Necesitamos que los problemas de la industria se pongan en el centro de la agenda política y que los intereses regionales sean tenidos en cuenta por el Gobierno del Estado.

¿Cuáles son esos principales problemas de la industria asturiana?

En primer lugar arrastramos una concepción de España como un país con una economía basada en el turismo, las construcción y los servicios, y con una industria muy residual. En los años 80 y 90 se decía que la industria era algo obsoleto y sin futuro. Que no se haya mantenido presencia estatal en empresas estratégicas es sitomático. En Alemania se legisló para que el Estado siga estando en sectores clave de la economía. Aquí prescindimos de sectores enteros, que ahora están como están, y dependemos de las decisiones que toman empresas multinacionales. La inversión pública en I+D+I es muy baja. Por ejemplo fabricamos coches, somos de hecho un productor muy importante, pero sin tecnología propia y con empresas matrices que están en otros países. Otro de los déficits es la política energética. No ha parado de darse bandazos.

CCOO es muy crítica con Teresa Ribera y su papel al frente del Ministerio de Transición Energética

La cuestión medioambiental y la lucha contra el cambio climático es irrenunciable, pero se ha ido a una descarbonización acelerada e irresponsable, sin ningún tipo de control sobre las empresas energéticas. Nos preocupa que Iberdrola y las eléctricas del IBEX35, que toman sus decisiones en función de sus intereses, y no del planeta, tengan una comunión total con la parte más “verde” del Gobierno. No se podía consentir a las eléctricas que cerrasen térmicas sin alternativas para zonas muy castigadas donde se ha dejado tirada a la gente. El Gobierno lo consintió y además con entusiasmo y jactándose. Ahora resulta que seguimos consumiendo energía contaminante, pero importada de Marruecos.

¿Qué debería hacerse en los lugares afectados por el cierre de centrales térmicas?

Ahora todo el mundo trata de sacar conejos de la chistera. Hay una carrera de ocurrencias muy poco seria. El entorno de las centrales ya está conectado a la Red Eléctrica y podría servir para el almacenamiento de energía verde. Por otro lado en las comarcas mineras creemos que la biomasa es una fuente de energía infrautilizada, que sería una forma de aprovechamiento forestal muy interesante. También el sector agropecuario, produciendo alimentos de calidad.

ALU IBÉRICA, VAUSTE y MITTAL

¿Qué va a pasar con Alu Ibérica?

Ha sido un proceso absolutamente nefasto. Como advertimos, se dejó la empresa en manos, no de un grupo inversor, sino de otra cosa, una organización de delincuentes. Por parte de los trabajadores hay una pérdida total de confianza en la administración y en los partidos, que solo fueron allí a ponerse la camiseta de “Alcoa no se cierra” cuando las grandes movilizaciones. Ha habido incapacidad, desinterés y utilización política del conflicto.

¿La solución es la intervención del Estado?

Estamos pidiendo que el Estado a través de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) u otra herramienta recupere la actividad y obligue a Alcoa a cumplir los acuerdos. Reclamamos que esta intervención se mantenga hasta que aparezca un inversor verdaderamente solvente.

¿Y por qué no regresar a una empresa pública o semipública de aluminio?

Si el Estado se compromete como en Duro Felguera adelante. Nosotros defendemos cosas realistas. Ahora algunos de los que defendían la nacionalización se sientan en el Consejo de Ministros. Les toca demostrarlo.

¿El Grupo Riesgo está trabajando en secreto para Alcoa?

Lo tenemos denunciado en la Audiencia Nacional. Riesgo es el liquidador de Alcoa. Es un sicario empresarial al que le sufraga los gastos Alcoa para que liquide la producción de aluminio en España. En mayo tenemos el juicio y queremos ver a Álvaro Dorado, el presidente de Alcoa España, en prisión.

“Riesgo es el liquidador de Alcoa”

CSI denuncia que en Vauste está pasando lo mismo

En Vauste asumimos unos acuerdos muy jodidos, pero que fueron respaldados por la mayoría de los trabajadores para salvar la empresa, que puede ser viable. La mayoría de la plantilla lo vio así, y también que determinadas actuaciones de CSI llevaron a que se perdieran clientes y credibilidad.

Bueno, también en Arcelor-Mittal la empresa denunció que la huelga de CCCO y CSI ponía en riesgo la producción

La continuidad o no de Mittal en Asturias nunca van a depender de una movilización de los trabajadores, sino de otros cálculos. La huelga en Mittal fue una huelga muy medida. Nada que ver con lo que dijo la empresa, que respondió con un cierre patronal más propio de los años 60 que de 2020. La huelga sirvió para que la dirección de la empresa se sentara a negociar algo que quería imponer unilateralmente a los trabajadores.

La sensación es de un chantaje permanente de la empresa a los trabajadores y a la sociedad asturiana. También cuando se habla de regulación medioambiental.

Acero se va a seguir produciendo, pero se tendrá que producir de manera más sostenible para el medio ambiente. La duda es si Mittal lo va a seguir produciendo aquí o se va a ir a otro lugar a producirlo, que puede ser dentro de la UE. Pronto va a tomar esa decisión con respecto a hacer aquí o no las inversiones medioambientales. La clave es que haya un entorno bueno para que esas inversiones en descarbonización se hagan en Asturias.

¿Más subvenciones?

No necesariamente. Depende de muchas más cosas. Infraestructuras, que el acero que producen se venda aquí… En general de que haya una apuesta o no del Estado por el desarrollo de la industria.

FONDOS EUROPEOS Y EL PESO POLÍTICO DE ASTURIAS

¿Qué hacemos con los Next Generation de la UE?

Tememos que se vuelva a caer en los viejos errores de los Fondos Mineros, con una competición entre comunidades e incluso entre localidades por tener por ejemplo una planta de hidrógeno verde. Hace falta una concepción global y visión de futuro. Si ya producimos en el Estado español coches, ¿por qué no nos planteamos producir también las baterías de los nuevos vehículos eléctricos? A veces no se trata de inventarnos cosas nuevas, sino de desarrollar más y mejor los sectores que ya tenemos. En Asturias por ejemplo la producción de metales primarios, la ingeniería y los bienes de equipo, pero también nuevos sectores tecnológicos que ya están implantados en nuestra comunidad.

Asturias afronta esta nueva reconversión industrial con mucho menos peso que en los años 90

Tenemos menos población, menos diputados y menos peso político. En nuestra historia reciente los sindicatos logramos paliar esa falta de relevancia territorial que tiene Asturias a nivel estatal. Los trabajadores negociamos acuerdos con el Estado que nunca consiguieron los representantes políticos asturianos. En Asturias la gente se mueve por la industria mucho más que en otras comunidades. Es una singularidad. Se vio recientemente cuando Vesuvius. Una empresa de 150 trabajadores sacó a la calle a 20.000 personas en Langréo. Es un hecho diferencial que tenemos. En Coruña las movilizaciones de Alcoa tuvieron mucho menos apoyo que en Avilés. Aquí los problemas de la industria interpelan a toda la sociedad.

“Los trabajadores negociamos acuerdos con el Estado que nunca consiguieron los políticos”

¿Qué solución propone CCOO para las empresas electrointensivas?

Pedimos lo mismo que en otros países de la UE. Evitar las subastas, hacer contratos directos y otras medidas. La misma política que está haciendo Alemania. Generar un entorno favorable a la industria. Por ejemplo recuperando la interrumplibilidad. Cuando hay picos de consumo en la red y le pides que pare unas horas a una empresa como la antigua Alcoa, que consume al día casi la misma energía que Gijón, le tienes que compensar por ese parón.

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