El mítico fanzine “El Llar” rezaba hace unos años “Viva la anarquía, muera el anarquismo”. Un frase que está muy de actualidad ahora que tantos grupúsculos de falsas disidencias replican el discurso de Podemos, y por lo tanto del gobierno español, del Partido Demócrata americano y de sus lobbys, que sirven a los intereses del capital global a costa de empeorar las condiciones de vida de nuestra gente.
Nadie se imaginaba que del 15-M saldría el partido que iba a facilitar en España uno de los mayores recortes de libertades de su Historia, y la sumisión total durante un confinamiento que ahora se ha declarado inconstitucional. Por supuesto, el partido en cuestión considera la sentencia de “fascista”, un término que ya únicamente define al que lo utiliza.
Es en la extrema izquierda donde, durante años, estuvo el potencial revolucionario, pero ahora se ha convertido en propaganda mala y barata del régimen contra el que antes luchaba. ¿Os imagináis una huelga general hoy en día? Imposible, Podemos se ha encargado, en nuestro país, de dividir a la clase trabajadora en mil subgrupos en busca de sus privilegios particulares: nacionales, étnicos o de género. Con la grandísima ayuda del narcisismo virtual de redes sociales como esta y de los premios de sus dueños: el gran capital transnacional.
Ahora el gobierno (brazo ejecutor de los lobbys internacionales) está infiltrado en todos los grupúsculos políticos, que son comprados con sus subvenciones. Y si no tragan, manipulados, silenciados, difamados y censurados. No quedan apenas espacios liberados en la izquierda. ¡Cuánto tienen que explicar nuestros artistas del régimen! En Francia y en Alemania ya hay incipientes movimientos revolucionarios. El desencanto con la vía reformista y partidista es total. Y esas revueltas se manipularán, como siempre ocurre, pero en España Podemos nos ha brindado la oportunidad de tener negro sobre blanco todo lo que no se debe hacer. Y eso es de agradecer. La vía partidista solo ha agravado el problema económico y social que sufríamos antes del 15-M. No ha funcionado, y hasta que no asumamos ese problema no encontraremos ninguna solución.
Me hace mucha gracia cómo un pequeño comentario como este de Pablo, tampoco excesivamente incendiario, hace explotar la cabeza a quienes ya han perdido totalmente el norte. La nueva religión no admite disidencias, ríete tú de la censura católica o la estalinista.
Abro alderique: ¿ye Pablo und Destruktion la persona más subnormal d’Asturies, sí o non?
-Yo digo que sí
Llamentable qu’un mediu como esti espublice esta puxarra filofacista.
Más allá del penetrante olor a eructo de este artículo no deja de resultar irónico ver a Pablo Und Destruktion quejarse del narcisismo y de las subvenciones. Supongo que en su casa no hay espejos.
Por fin alguien habla de que podemos es disidencia controlada, nunca vi tan cómodos a empresarios hablando con “comunistas de carné”.
Alucino en colores. A ver si aquello del «discreto encanto del falangismo» era todavía más atinado de lo que parecía…
Decir que 6 magistrados conservadores y rancios, que prefieren un estado de excepción (con la policía pudiendo entrar a cualquier domicilio, violando comunicaciones o sacando el ejército a la calle sin necesidad de autorización judicial) a un estado de alarma, son “constitución” tiene su guasa. Pero es que a cualquiera le dan voz como plumilla aunque suelte majaderías para tener su cuota de “disidencia”.