¿Déficit de solidaridad en los partidos de la izquierda asturiana?

Si algo ha dejado claro la pandemia es que somos interdependientes y que lo que ocurre en un lugar lejano tiene mucho que ver con lo que ocurre en nuestros barrios y ciudades.

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Javier Arjona
Javier Arjona
Minero jubilado y militante internacionalista.

El año pasado el parlamento astur aprobaba una PNL en la que se comprometía a mejorar sus compromisos en cooperación.

“Reforzar las políticas de cooperación al desarrollo, avanzando en el cumplimiento de los objetivos establecidos en la Ley de Cooperación al Desarrollo y en las recomendaciones de las Naciones Unidas, fortaleciendo, además, las ONG dedicadas a la solidaridad, la cooperación internacional y la defensa y promoción de los Derechos Humanos”

¿Palabras hueras las de sus señorías?

Ni siquiera ese año quisieron incrementar mínimamente el 8% que estipulaba y sigue estipulando el plan director de la cooperación asturiana aprobado por “todos los actores” del consejo.

Ahora se presentan nuevas cuentas deficitarias en cooperación, a las que la cúpula y asesores de IU está dando por buenas, echando así tierra y olvido al periodo en que en funciones de gobierno IU-Bloque habían colocado el listón de la cooperación a un nivel tres veces superior al de ahora.

Por su parte el ruido interno y externo de Podemos, es impedimento para que tengan protagonismo en defender ante el PSOE otra propuesta diferente: la que demandan suavemente las ONGs de nuestra tierra, que, con frecuencia son usadas únicamente para intentar dar lustre a una política de cooperación en retroceso que dejan en soledad (al contrario que en octubre del 34), a las iniciativas del Estado.

Se vuelve a vulnerar, dejándola en papel muy mojado, la ley asturiana de 2006 y el Plan director de la cooperación asturiana en el proyecto de Presupuestos presentado por el Ejecutivo.

Mientras el total del Presupuesto asciende el 2,2% en la comunidad, la partida de cooperación se estanca en el 0,099%, lejísimos del 0,7 que indica la ley, y de las promesas de los grupos parlamentarios ante las ONG asturianas.

El Gobierno asturiano, que ha participado junto a todas las agencias de cooperación en el documento “De la crisis se sale cooperando”, ahora lo desconoce en la práctica.

“Asturias queda muy lejos de reflejar en las cuentas lo que las organizaciones y procesos solidarios han demostrado en compromiso en la lucha contra la pobreza o la defensa de los DDHH”

El cero-siete de estos Presupuestos supondría 37,4 millones y no los 5,3 contemplados: en comparación con otras autonomías, Asturias queda muy lejos de reflejar en las cuentas lo que las organizaciones y procesos solidarios han demostrado en compromiso en la lucha contra la pobreza o la defensa de los derechos humanos.

(Por el contrario entidades propagandísticas como la Fundación Princesa incrementa sus cuentas en un 6%).

El compromiso de destinar el 0,7% a la cooperación internacional en 2030 es una de las pocas políticas públicas de las que disponemos para hacer frente a los problemas globales, como el cambio climático, la salud global, el acceso a la educación, la justicia de género o la lucha contra la represión y por los derechos políticos que se da en todo el mundo.

“Dicen que son ‘expansivos’ los Presupuestos asturianos, pero en materia de solidaridad se quedan rezagados en el tiempo de los recortes”

Pero también eso de la Agenda 2030, en términos del gobierno asturiano y quienes le apoyan, queda en discurso sin contenido propio.

Dicen que son “expansivos” los Presupuestos asturianos, pero en materia de solidaridad se quedan rezagados en el tiempo de los recortes.

El contexto global recrudece los ataques a las ONG en varios países, lo que supone una restricción a la sociedad civil a la que acompañan y una amenaza directa a la democracia: frente a ello la cooperación internacional puede favorecer la defensa de esos espacios democráticos y de acción concreta a las sociedades civiles.

La partida de cooperación se estanca en el 0,099%, lejos del 0,7 que indica la ley.

Particular contradicción muestra el Gobierno de Barbón en acciones tan concretas en materia de derechos humanos como es la protección temporal a defensoras/es, contemplada en la legislación internacional, la ley asturiana de cooperación y la propia estrategia asturiana de derechos humanos pactada unánimemente.

Para un programa tan reconocido fuera de las fronteras astures, pionero y veterano en nuestro Estado, con 21 años de funcionamiento y 129 personas acogidas y protegidas, se mantiene un vergonzante recorte que podría interpretarse como intención clara de eliminarlo.

“Se mantiene un vergonzante recorte que podría interpretarse como intención clara de eliminarlo”

Ha pasado de tener 100.000 euros durante el Gobierno de coalición PSOE-IU a ser recortado por el Gobierno de Foro, a ser más recortado aún más durante los gobiernos del PSOE en minoría hasta la cifra de 30.000 euros (otros programas similares en Valencia, País Vasco, Aragón, Cataluña disponen de recursos cuatro veces superiores).

Y, sin embargo, es un programa de amplia valoración que da prestigio incluso al ejecutivo fuera de nuestra tierrina.

En su última evaluación en sede de Gobierno se reconocía un alto grado de cumplimiento de objetivos, y con una fortaleza social que implica a todos los sindicatos asturianos, a muchas asociaciones, y a nueve organizaciones colombianas, algunas con estatus de observadoras en ONU y OEA.

Si algo ha dejado claro la pandemia es que somos interdependientes y que lo que ocurre en un lugar lejano tiene mucho que ver con lo que ocurre en nuestros barrios y ciudades. Por eso, es crucial fomentar políticas públicas como la cooperación que fomentan la garantía de los derechos humanos y promueven la protección de nuestros entornos.

¡Abajo las limosnas!, dicen que gritaban en los conatos del movimiento obrero.

“¡Abajo la beneficencia franquista!”, podemos seguir reclamando ahora, y exigiendo políticas comprometidas de lucha contra la pobreza, con líneas definidas hacia la transformación social, con herramientas y apoyos a quienes trabajan por la justicia social, y con presupuestos y cuentas también solidarias.

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