“Desde el principio, únicamente, hemos pedido aquello que consideramos justo, continuar con las condiciones que teníamos hasta esta temporada. Al final, de los más de 20 equipos de campo con los que cuenta el club, es el femenino el que tiene que hacer un esfuerzo. Para ellos nunca podremos ser comparados con nuestros homólogos masculinos que juegan en categoría regional, y todavía nos preguntamos qué nos hace diferentes“. De esta manera las jugadoras del Covadonga visibilizaban en la tarde de ayer, a través de la lectura de un manifiesto y concentradas en la plaza del Ayuntamiento de Uviéu ante unas cincuenta personas, la situación que viven en un club al que acusan de aprovecharse del deporte femenino, de “colgarse la medalla de tener equipo femenino” pero que “desaparecen por la puerta de atrás” cuando se acaban las subvenciones o mantener al femenino requiere un esfuerzo.
Conscientes de que no son ni las primeras ni las últimas en vivir esta situación, confían en que su denuncia sirva para “allanar el camino de los que vienen detrás” y se manifiestan reconfortadas por saber “que cada día más gente se preocupa por el deporte femenino y se posiciona en contra de las injusticias”. Señalan también que han recibido apoyos de jugadoras de otros equipos, pero no a nivel de club.

Denuncian que “cada año aparecen equipos salidos de clubs que lo prometen todo. Que reciben subvención del femenino y se lo gastan en los equipos masculinos. Clubes que nos infantilizan metiendo al equipo femenino en el fútbol base. Donde el equipo masculino es el primer equipo y el femenino son las chicas, estén en la categoría que estén“, denuncian en el manifiesto leído por la jugadora Celia Álvarez, y ahora también ex entrenadora del Infantil B. Pero también denuncian dónde está la apuesta por el fútbol femenino si no se trabaja la cantera, que no vale la excusa de que en las categorías inferiores juegan en mixto porque no hay fichas suficientes. “La cantera hay que trabajarla, hay que crear escuelas e ir por los colegios”, afirma Olaya González, otra de las represaliadas. Igual que ocurre en el baloncesto, en el balonmano o en cualquier otro deporte.
Hartas de que se las utilice “para quedar bien” y luego dejarlas en una esquina para que “no molestemos mucho”, denuncian la situación que están viviendo dentro del Covadonga, personalizado en su presidente Curro Cabal: “Si nos quejamos nos amenazan, nos insultan, nos echan del club y a otra cosa mariposa. Porque el femenino solo interesa si no supone un esfuerzo. Si existe por su cuenta y no hace mucho ruido. En el momento en el que se pide un mínimo de recursos y difusión ya no les renta seguir con la careta aliados del deporte femenino y prefieren deshacer el equipo que darnos tres balones y un post en Instagram”

Son conscientes de que no ceder ante las amenazas las ha llevado a esta situación, en la que “el cuerpo técnico ha sido destituido, donde toda jugadora que entrenaba algún equipo dentro del club ha sido destituida y donde las tres capitanas han sido expulsadas del club. Piensan que con esto nos harán más débiles, piensan que son ellas las que promueven nuestra lucha, pero el equipo somos todas y vamos todas a una. Esto no ha hecho más que hacernos más fuertes y seguir hacia delante en la lucha por aquello que consideramos justo”, continúan en su exposición. “Cada paso que damos todas hacia delante, es un paso hacia esa igualdad, que esperemos que algún día llegue”.
En marzo concluye el mandato de Curro Cabal, que ha anunciado que no se presentará y se cuenta con la presentación de una candidatura encabezada por el vicepresidente del club, “de la misma cuerda”. Tras la reunión mantenida por separado el jueves de jugadoras y presidente con la concejala de Deportes, Cabal se enteró de que hay otra posible lista alternativa con otras ideas, “algo que le ha puesto muy nervioso, así que algo estarán tramando porque mantuvo una larga reunión con otras personas del club”, señalan las jugadoras y entrenadora represaliadas.

Agradecidas por todo el apoyo que están recibiendo y firmes en sus demandas, concluyeron la concentración “con un grito muy especial para nosotras, y que cada día tiene más sentido pues es lo que representa este equipo: ¡Una para todas y todas un equipo!”.