Los lectores y lectoras, un colectivo silencioso por naturaleza, están sin embargo muy agitados este último mes en Oviedo. A mediados de enero la Concejalía de Cultura, encabezada por Luis Costillas, de Ciudadanos, anunció que dejarían de financiar las actividades de cuentacuentos en la red de bibliotecas municipales. A esto se le suma el funcionamiento a media jornada de muchas bibliotecas, mientras que otras llevan meses e incluso años totalmente cerradas, como es el caso de las de Trubia, San Claudio y Tudela Veguín.
Las protestas de las últimas semanas han puesto en el foco la financiación y el funcionamiento de la red de bibliotecas municipales en la capital asturiana. Las cifras son muy elocuentes a este respecto. La red de bibliotecas municipales ovetenses tiene para el año 2022 un presupuesto de 1.324.174,79 euros, de los cuales 75.129 se destinarán a la compra de libros.
En el caso de la red gijonesa, ese presupuesto para el año en curso asciende hasta los 2.167.600 €, lo que supone un incremento de 289.300 euros respecto al año anterior. De ese dinero, 150.000 euros se destinarán a la compra de fondos para las bibliotecas.
Este sábado 12, a las 12 de la mañana, tendrá lugar en Trubia una nueva protesta vecinal. La biblioteca del municipio sigue cerrada desde antes de la pandemia, y por en señal de protesta se celebrará un cuentacuentos infantil en la plaza del General Ordóñez.