La Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo ha puesto en marcha un grupo de trabajo para frenar el impacto del uso de detectores de metales sobre el patrimonio arqueológico tras haber detectado un “incremento relevante” de la utilización de estos dispositivos por parte de particulares sin tomar precauciones para evitar daños en yacimientos de valor arqueológico.
En su primer encuentro, la comisión, integrada por técnicos de la consejería y del Museo Arqueológico, la Policía Nacional y la Guardia Civil, ha acordado elaborar un protocolo que establezca las directrices para un correcto uso de los detectores de metales.
Además, tras analizar los mecanismos legales y las pautas de actuación que se siguen en otras comunidades, la consejería estudiará algunas modificaciones en el reglamento de la Ley de Patrimonio con el fin de actualizar la norma y adaptarla a la nueva situación.
En los últimos tiempos se ha constatado un considerable aumento de los hallazgos de bienes arqueológicos de todo tipo como consecuencia del empleo de estos detectores y resulta preocupante que su uso pueda provocar daños en yacimientos arqueológicos y el expolio de bienes culturales.
Según ha explicado el Gobierno del Principado, en los últimos tiempos se ha constatado un considerable aumento de los hallazgos de bienes arqueológicos de todo tipo como consecuencia del empleo de estos detectores y por ello “resulta preocupante que su uso pueda provocar daños en yacimientos arqueológicos y el expolio de bienes culturales”.
De la comisión, que está presidida por el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, forman parte el jefe del Servicio de Patrimonio Cultural, la directora del Museo Arqueológico de Asturias, dos arqueólogos de este equipamiento cultural, una historiadora del servicio de Patrimonio Cultural, un representante de la Guardia Civil, otro de la Policía Nacional y la jefa de sección de Gestión Arqueológica de la consejería.