De la barra del bar Páramo, en la calle Cabrales de Gijón, a pasarse “el día entero metido en berenjenales” como presidente de Hostelería con Conciencia. David Sampedro se resigna: “Pero bueno, lidiando. Al final nosotros somos chigreros, nada más”. Anuncia que, junto a otras plataformas similares de toda España, están trabajando en constituir una asociación nacional que apueste por un modelo alternativo en la hostelería, trabajando con energías renovables y “respetando, sobre todo, los derechos laborales”.
¿Cuál es en estos momentos la situación de la hostelería en Asturias?
Llevamos tiempo en un momento de fragilidad extrema, un momento muy crítico. Cada día cierran locales, cada día que pasa puede ser cualquiera de nosotros. Vamos sobreviviendo y lo llevamos de la forma más estoica posible. No es nada fácil, ni para la cabeza ni para la moral. Llevamos un año con esto y resulta muy complicado y muy duro, y la cabeza pesa mucho ya.
¿Qué hay de las ayudas, y de las otras medidas para apoyar al sector?
Este es un escenario multinivel y tienes que trabajar con tres administraciones a la vez. Por parte del gobierno se anunciaron estos 11.000 millones. De cara al ayuntamiento de Gijón estamos esperando a que dén paso, porque nos llaman para reuniones pero no sacaron todavía ninguna convocatoria para este año, y creo que no están estando a la altura. Pensamos que tendrían que ponerse las pilas, porque en Mieres ya van por la segunda convocatoria de ayudas.
A nivel del Principado la verdad es que nos echó un cable. Hay que ser realistas, porque entendemos que tenemos unas administraciones muy lentas, pero el Principado se dio prisa para darnos esas ayudas y echar un cable. Tuvimos una reunión con la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, y le pedimos que si las ayudas podían ejecutarlas el 31 de marzo como máximo, porque llegaba el trimestre, y nos dijeron que era demasiado rápido porque tenían 20.000 solicitudes. Pero salieron el 18 de abril, tampoco tardaron tanto. Si nos ponemos a comparar con las ayudas a la dependencia, por ejemplo, que te pueden tardar un año o dos, y entendiendo que es una situación excepcional, el Principado en ese aspecto trabajó bien.
“Se nos culpa demasiado a la hostelería”
Respecto a las restricciones de cara a la Semana Santa, ¿han tenido algún contacto con el Principado para hacerles alguna propuesta?
Barbón llamo a los compañeros que estaban encerrados en la Iglesia de San José, tuvimos la reunión con Graciela Blanco y Rafael Cofiño. Sabemos que los datos están empeorando, y tememos que pueda llegar otro cierre. Pero, por motivos de salud, si hay que cerrar se cierra.
Todo esto es muy fácil. Nosotros asumimos el cierre, pero el problema viene cuando cierras la hostelería y no controlas al resto de sectores. Se controla la hostelería porque es el único sitio en el que la gente se sube y se baja la mascarilla. Si cierras eso los datos van a descender, pero igual que si cerrases la industria.
El problema es que la doblegación de la curva y esa tendencia a la baja va a ser mucho más lenta si solo cierras la hostelería. En cambio, si cierra otros los sectores, si aumentas la frecuencia de los medios de transporte, si obligas a las grandes empresas como ALSA a que no vayan los autobuses a tope, si cierras los supermercados a la misma hora que la hostelería para que la gente después no vaya a comprar alcohol y acaben en el parque bebiendo, si haces un control más exhaustivo nos perjudicarías un mes nada más. Esa curva bajaría mucho antes, y ese es el gran caballo de batalla.
Se nos culpa demasiado únicamente a la hostelería, y no es únicamente la hostelería. Nosotros entendemos la posición al respecto nuestro, incluso podemos llegar a compartirla, pero no somos los culpables. Creemos que hay cierta desproporción en las medidas en un sector como el nuestro comparadas con otros sectores como los transportes o las grandes superficies. Entendemos la situación sanitaria, pero no podemos cargar nosotros con todo.

¿Cuáles son los puntos en los que difieren con OTEA?
OTEA para nada es el enemigo. Antes de Navidad, cuando el señor Almeida, presidente de OTEA, solicitó reuniones con Hostelería con Conciencia y otras plataformas, le dijimos que no creíamos que lo correcto fuese abrir. Nosotros, como ellos, manejamos los datos oficiales y entendíamos que si nos abrían en Navidad iba ser con todas las restricciones el mundo.
Si a la gente le dices que se tiene que quedar en casa y a mí me estás abriendo, pero al mínimo, es blanco y en botella que vas a perjudicar a los locales pequeños. Nosotros decíamos que en Navidad no estaba para abrir, y desde OTEA presionaron hasta abrir. Y abrieron.
La diferencia básica con OTEA es que nosotros no tenemos más interés que el común, porque nosotros no cobramos. Si alguien te está pagando, y quien te paga es el vicepresidente del Grupo Gavia, y yo estoy en OTEA y tengo un problema con el Grupo Gavia, ¿a quién va a defender OTEA? Es lo que nos diferencia de ellos.
Estamos montando algo que va a beneficiar a todo el mundo que se apunte. Va a tener descuentos, vamos a trabajar con energías verdes, con cooperativismo eléctrico, vamos a dar formación, certificados de sostenibilidad…Estamos trabajando en muchas cosas para que sea atractivo formar parte de Hostelería con Conciencia.
Eso sí, no todo el mundo va a poder formar parte. Para formar parte hay que respetar, lo primero de todo, los derechos laborales. No pude llegar el típico pufista que tiene cinco sidrerías en Gijón con 30 empleados, pero pagando el sueldo de 15 que están cotizando una mierda. En los estatutos tenemos que todos los años, aleatoriamente, se van a hacer auditorías. Va a haber muchos beneficios, pero hay que cumplir, sobre todo con los trabajadores.
“Para estar en Hostelería con Conciencia, lo primero de todo es respetar los derechos laborales”
¿Cuáles serán las próximas acciones de Hostelería con Conciencia?
De momento la acción de calle está un poco parada, porque estamos volviendo a la vida y empezando a abrir interiores y retomando la rutina. Estamos a la expectativa, trabajando el tema administrativo y teniendo reuniones con ayuntamiento y Principado. Luego, a nivel nacional, la semana que viene vamos a estar en la Escuela Paulo Freire, en Madrid, con otras asociaciones de todo el país. Con SHostelería, de Coruña
Llevamos un tiempo en contacto con más asociaciones y estamos intentando organizarlo a nivel nacional. Con SHOSTELERÍA, de Coruña; Hostelirtza Aurrera de Guipúzkoa, con Esto es Aragón, Mas que bares de Valladolid, gente de Bilbao, Navarra, Cantabria, León…Esto de la Escuela Paulo Freire nos va a abrir la puerta a gente que nos estaba costando un poco más contactar.