El Ministerio de Infraestructuras y Transporte elabora una Ley de Movilidad que pretende reducir los servicios ferroviarios en las zonas menos pobladas de España. De salir adelante Asturias, donde el número de viajeros ha pasado de 13,5 millones en 2021 a 2,5 en 2021, perdería un buen número de líneas. Se justifican en que “ninguna sociedad puede permitirse financiar trenes que vayan vacíos” a la par que financian autobuses (casi siempre de la misma empresa) que van prácticamente vacíos, y también mientras gastan millones en construir un tercer carril en la autopista Y para uso y disfrute de la misma gran empresa monopolista del transporte por carretera. Los oligarcas no están solamente en Rusia.
Mucho hablar de Objetivos de Desarrollo Sostenible, de Agenda 2030 pero en el Ministerio de Infraestructuras y Transporte están deseando desmantelar una red ferroviaria que podría ser la envidia de Europa.
Esa mentira que se llama la España, o la Asturias vaciada cada vez es más evidente que se trata de la Asturias o la España olvidada. Hace mucho que el Principado debería haber asumido las competencias ferroviarias y mirarse en ejemplos como Euskotren o en Metrovalencia, y hacer del ferrocarril un verdadero medio de transporte público, sostenible, de calidad y articulador del territorio. Se pierde el tiempo debatiendo sobre un área metropolitana y una conurbación que a todos los efectos es evidente, a la vez que quieren hacer desaparecer el ferrocarril que la podría articular de la manera más eficiente y sostenible.
“Hace mucho que el Principado debería haber asumido las competencias ferroviarias”
En vez de ocurrencias y eliminación de servicios públicos podrían por una vez hablar de mejorar la gestión y darle un futuro. No se trata solamente del transporte de viajeros. Asturias es también una región industrial y portuaria. ¿Un convoy ferroviario a cuántos camiones podría sustituir? O lo que es lo mismo: ¿cuántos camiones hacen falta para transportar lo que haría un tren? Es solamente una pregunta. Hay más. ¿Por qué se gastan millones en carreteras y subvenciones a la misma empresa de transporte en vez de hacer un enlace ferroviario con el aeropuerto o con el Hospital Universitario Central de Asturias?
Estoy seguro que todas las preguntas tienen una fácil respuesta. Al igual que estoy seguro de que la desmantelación del ferrocarril es una plan orquestado y hecho, esta vez sí, con toda la voluntad política, la misma que falta para ofrecer un transporte sostenible, de calidad y, sobre todo, de carácter público.